Análisis
Resumen. El joven Morris Lessmore amaba las palabras, y las historias, y los libros. Por eso escribía en un libro todo lo que le ocurría en su vida.
Un día, un gran tornado se llevó por los aires aquel libro, dejándolo todo revuelto. No sabía qué hacer, comenzó a caminar sin rumbo fijo, hasta que se encontró con alguien que le dejó su libro preferido, el cual le llevó a una casa con un gran salón lleno de otros libros. Desde entonces se dedicó a ordenarlos y a cuidarlos, y muy a menudo se dejaba llevar por alguno hacia mundos imaginarios y aventuras fantásticas.
Interés. Bonita e ilustrativa metáfora sobre la lectura y los libros. De una manera en absoluto catastrofista, aun cuando la historia comienza con un gran tornado que todo lo destroza, el álbum cuenta e ilustra la historia del señor Lessmore, cuya vida perdió todo rumbo ante una gran pérdida (no se sabe si material o emocional; tal vez las dos), y que vuelve a recuperar gracias al bálsamo de la lectura y el amor por los libros.
Aspectos iconográficos o visuales. Álbum editado a partir del oscarizado cortometraje del mismo título, que no pierde un ápice de la emoción que despierta la imagen en movimiento, ya que la adaptación está muy lograda. Las ilustraciones acompañan a la perfección la metáfora que inunda el álbum de que los libros son unos compañeros de viaje magníficos, que nos pueden salvar la vida en un momento dado. Un buen ejemplo puede ser la ilustración de más abajo: el señor Lessmore recorre el libro que lee como si de un parque de atracciones se tratara. Diversión a raudales.
La imagen inunda el libro, es la protagonista; se desborda por los inexistentes márgenes, invitando al espectador a entrar en la historia, más bien a acompañar a Morris Lessmore en su camino sin rumbo que le lleva un buen día por casualidad a observar cómo alguien en el cielo “era transportada por un alegre escuadrón de libros voladores”. Asimismo, destaca la alternancia del blanco y negro con el color en una misma ilustración para contarnos el estado de ánimo de los personajes, pero sin caer en ningún momento en la tristeza, sino más bien en la pérdida y posterior encuentro del rumbo en su vida.
El formato apaisado hace muy agradable su lectura, a lo que contribuye el modo en que texto e ilustración se entremezclan en la historia. También lo hace la imagen a doble página, el color sepia de las páginas y las letras de los libros; y ese colorido tan de las primeras películas en tecnicolor, dándole un aire antiguo y eterno. No en vano los autores se inspiraron en el actor de cine mudo Buster Keaton para dar vida al señor Morris Lessmore.
Aspectos textuales: lenguaje y estilo. El lenguaje es muy sencillo y reducido, siempre al servicio de la imagen. Contado en tercera persona, un narrador omnisciente va contando todo aquello que le ocurre a Morris Lessmore, situaciones en su mayoría contadas por las ilustraciones. Tanto el lenguaje como el estilo son los justos.
Aspecto material. 30 x 21 cm. Encuadernado en tapa dura.
Adecuación a la edad. A partir de 6 años. Sin embargo, la forma en que se presenta al lector cómo la lectura y la escritura pueden ayudar a afrontar la adversidad, y la ausencia de catastrofismo en la historia, hacen que se le pueda dar varias lecturas y por lo tanto adecuarlo a varias edades: a partir de los 6-8 años se puede centrar la atención en las ilustraciones, lo que le ocurre al protagonista, las aventuras que corre leyendo libros, la amistad que tiene con ellos…; en la adolescencia se puede introducir el tema de cómo influye en nosotros la lectura, la importancia que se da a las lecturas recomendadas por amigos, el gusto por compartir lecturas y la necesidad de escribir las líneas de nuestra propia vida… Y para adultos se trata de una lectura sencillamente deliciosa.
Conclusión
Álbum altamente recomendable, por el tema que trata y por el modo en que lo trata. Tomando como inspiración el desastre del huracán Katrina, ocurrido en el año 2005 en la costa oeste de Estados Unidos, se sirve de esta catástrofe natural para contar una catástrofe personal, reflejada en la desaparición de todas las palabras del libro vital que el señor Lessmore ha ido escribiendo, y de cómo, a pesar de no tener la compañía de otras personas, nunca se siente solo: sus amigos los libros le acompañan y le cuidan cuando lo necesita, como él ha hecho durante tanto tiempo. Una vez más, pero sin caer en el hartazgo, se nos muestra que la lectura puede ser, y es, una tabla de salvación ideal ante situaciones devastadoras en las que todo a nuestro alrededor se desmorona.
Grupo Cultural La Espumadera 